Por: Lic. Rosa Coaricona

 

 

HILDEBRANDT OTORGA RECORD GUINNESS A LA HUACHAFERIA

Pero ese es el caso de los huachafos comunes y corrientes, o sea usted o yo, amable lector (¡qué huachafo!) Los huachafos Récord Guinness –Julio César Uribe en el fútbol, Gustavo Pacheco en la política, Iván Thays en la literatura– han superado toda escisión y son huachafos 24 horas al día, ridículos de capirote, tiernos y cursis hasta cuando estornudan.

Porque la huachafería puede ser una segunda naturaleza: ya no el sarro sino la dentadura, ya no lo adjetivo sino la sustancia. Y porque detrás de una huachafería sin descanso y con horas extras suele estar una medianía peligrosa que te puede llevar al experimento suicida (caso Julio César), a “la alameda del dolor” (caso Pacheco), o a la complicidad sentimental anética (caso Thays, un tipo que pudo ser autónomo pero prefirió ser el imaginario guardaespaldas de Bryce y su mafia).

Lima, Julio de 2007